Te caes, te levantas.
Te sacudes y reanudas la marcha.
Intentas que no suceda de nuevo
pero cuando menos lo piensas
vuelves a tropezar.
Te vuelves a levantar y sacudir.
De nuevo comienzas a andar.
Así durante toda la vida.
¿En algún momento piensas
en curarte las heridas?