domingo, 10 de diciembre de 2017

Bendito fuego

Fuego. 
He sentido ese fuego que tanto dije que me iba a quemar. Al final, me he quemado.
¡Dios, qué si me he quemado!
Ha abrasado mi cuerpo. Me ha hecho polvo y no ha dejado ni un centímetro de mí sin arder. Bendito fuego por hacerme sentir mujer. Por sentir tu abrazo en mi cintura mientras arqueaba la espalda y hacías que cantase de placer en cada movimiento de nuestra partitura, por cada uno de esos silencios en que nos devorábamos a besos. Sentía las llamas crecer. Y hubo miradas que sólo hacían inflamar lo que nos fue imposible sofocar. 

Fuego. Eres bendito fuego. 
Y deseo volverme a quemar.