martes, 18 de octubre de 2016

Tengo...

Tengo demasiada fe en la vida porque sé que en ella estás tú. 
Te siento. 
Te pienso. 
Te quiero. 
No pararé hasta encontrarte y que fugazmente crucemos la mirada. Contemplaré por unos segundos tus ojos, tiempo suficiente para perderme en ellos. Ya nunca querré salir de tus pupilas. Entonces será cuando cierre los míos y una sonrisa tonta se dibuje en mis labios. En tu corazón sentirás un pellizco sin dolor.
Te sueño. 
Te deseo. 
Te anhelo. 
Mientras, entre la multitud seguiré paseando.