domingo, 10 de mayo de 2015

Lacrimosa (Requiem) - Amadeus Mozart

Es inconfundible. Suenan las dos primeras notas y la reconozco al momento, no por escucharla a diario, si no porque los pelos de todo mi cuerpo se ponen de punta instantáneamente. Creo que mi alma se siente identificada con ella y es por eso, que siempre que suena, me transporta a otra dimensión en la cual los sentimientos de Amadeus Mozart y los míos se encuentran y no están solos. 
Una obra de arte donde el dolor y la tristeza van de la mano junto con la muerte, eternamente inseparables. Su melodía me acuna suavemente intentando dar consuelo y esas voces de ángeles pretenden facilitarme tranquilidad pero no la hay. Porque todo es oscuro cuando sabes que, tarde o temprano, la vida te cerrará los ojos perpetuamente.  



miércoles, 6 de mayo de 2015

No todo vale

Estoy enfadada. Enfadada no, mejor dicho decepcionada conmigo misma. El motivo de esa decepción no es otro que el de seguir por el camino que no quiero. ¿Dónde está esa fuerza que me caracteriza? ¿Por qué no cojo el desvío y tiro para el otro lado? Sé de sobra las respuestas pero no les hago caso, por eso me cabreo y ya no puedo más. No todo vale. Se puede decir que estoy viviendo un sueño pero no más lejos de la realidad. Está feo que lo diga pero me importa un carajo esos sueños si no estoy bien. Y duele. 
Duele saber que por mucho luchar, la marea va en contra. Pierdo fuerzas, esperanzas, ilusiones... pierdo todo y es cuando me doy cuenta que estoy entre estas cuatro paredes sin salida. Al alrededor existe la oscuridad absoluta, por eso tengo miedo a dar el paso porque no sé a dónde iré a parar. Entonces aparece tristeza acompañada de soledad y hablo con ellas hasta darme cuenta que soy una loca tonta por no decir otra cosa.
¿De verdad merece la pena seguir así por un sueño? ¿De verdad merece la pena saber que estoy perdiendo el tiempo? Y si lo sé: ¿Qué coño estoy haciendo?