viernes, 22 de septiembre de 2017

Me prometí...

Me prometí que no más sufrimiento. Se terminó eso de volver a pasarlo mal por amor. Me di cuenta que en mi vida eso jamás existió, que no fui bendecida por ello. Mi camino me tocó caminarlo sola. No me dio miedo. 
A mi corazón le vestí de piedra, dentro de mí solo existió carne y huesos. No tuve alma. La abandoné aunque ella se negó soltarme de la mano. ¿Sabes por qué lo supe? Porque te cruzaste de nuevo, maldita sea, y ella tiró de mí. También, de lo fuerte que bombeó la sangre, se formaron grietas en el traje. Pudiste verme, intenté arreglar el desperdicio pero no hubo manera. 

Es imposible apresar sentimientos por mucho que yo quiera.