Dicen que es época de buen tiempo, pero aún sigo oliendo a las tormentas. Sigo sintiendo nubarrones oscuros apunto de estallar. Ríos desbordados demasiados cerca de mí. Incontrolados. Descargas estruendosas e infinitas, dolorosas, golpeándome el pecho.
Dicen que es primavera. Eso dicen.
Pero yo pertenezco perenne al invierno.