¿Sabes una cosa? Si agachas la mirada mientras estás ahí sentado en el suelo, no puedo observar la belleza de tus ojos castaños. ¿De verdad quieres prohibir que el mundo se pierda esa maravilla?... Si en algún momento quieres levantarte, tienes mi mano. Y no temas por si las fuerzas fallan. Yo nunca volveré a dejarte caer al mugriento asfalto.
hola vero soy rafa, no se si te acordaras. hace mucho que no leo tus escritos y la verdad que cada vez te superas mas.
ResponderEliminarsigue así porque vales mucho.