Infinito.
Bucle.
Inagotable.
Aburrimiento.
Monotonía.
Interminable.
Así me hubiese tirado toda la noche; definiendo la manera que ejerce unas simples escaleras mecánicas su círculo vicioso. Como tonta perseguía con la mirada algo que para el mundo carecía de valor. Peldaños de metal; sin sentimientos, sin emociones... estaban ahí, como si nada. Dando giros sin fin. Inmóvil, pensé que esas escaleras realmente eran montañas rusas de ilusiones y miedos, eran piedras duras si te tropezabas con ellas, eran parte del camino. Era la vida.
Al final tuve que dar el primer paso, observar tanto a las escaleras me volvió más loca.
Lo que me faltaba.
A ti, Julio, por todo lo que vivimos
de pequeños "puerta con puerta".
Con muchísimo cariño.
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