martes, 12 de marzo de 2019

No y mil veces no

No, no fui fuerte. 
Ni valiente. 
Ni apretaba los dientes siempre que algo me superaba, ni tampoco gritaba con rabia cada vez que quise soltar algún sentimiento de adentro. 
No. 
No y mil veces no a todo lo que mostraba al mundo. 
Débil, vulnerable, frágil, cobarde... y seguiría escribiendo sinónimos para definir que sólo existió pena en mí, esa sonrisa tan enorme fue de pega; fachada. 
Por eso decidí apagar al corazón. 
Al alma la dejé volar muy alto; libre. 
Y a los que no lo entenderían, a ustedes, les pedí perdón.


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