viernes, 23 de marzo de 2012

En el silencio


Otro día igual, la misma hora... el mismo sitio... pero aun así todo es tan diferente. Sigue con su vida, trabajando, los amigos, problemas... sonríe y finge ser feliz dando al mundo una imagen que no es. ¿Por qué? ni ella misma lo sabe. Creo que todo fue por aquel muchacho. Desde que se fue todo cambió, las alegrías son penas, antes una sonrisa y ahora un llanto... se está haciendo daño. Nadie imagina que pensamientos rondan por su cabecita y me da lástima verla así.Canta melodías que un sordo podría escuchar y un mudo cantaría, notas acompañadas por una letra que es pura poesía. La conocía de antes pero ha sido este verano cuando empezamos hablar un poco más.
Para mi era la mejor de todas. Siempre tenía algo con lo que te sacaba una pequeña sonrisa, me encantaba cuando me decía "quiero vivir eternamente para pasar mis días contigo". Me llenaban esas palabras, cuando me derrumbo una brisa me susurraba aquella frase y seguía adelante. Le debo tanto que mi vida no es suficiente. Pero hay algo que me impide demostrarle cuáles son mis verdaderos sentimientos. Llora por otro amor. ¿Qué novedad verdad? ¿Cuántas veces os ha pasado que la chica que quieres ver por las mañanas cuando te levantes se enamore de una persona y no eres tú?
Trabajábamos juntos, pero en lugares distintos. En los descansos venía a visitarme en cambio yo sólo fui una vez a verla. También conocí a Saúl, hablamos y nos hicimos buenos amigos. Desde aquel momento maldigo cuando se lo presenté. Encendieron una llama muy difícil de apagar. Sólo recordarlos los celos invaden mi cuerpo, no puedo soportar la presión que siento en mi pecho. Es tal el cariño que le tengo, sólo me conformo con verla radiante aunque tenga a otro en su mente.
No se puede luchar contra un amor que no te corresponde. Amaba a quien no debía amar y luchaba por conseguirlo pero el corazón de Saúl estaba ocupado. Su rostro empapado en lágrimas, cada una de sus gotas escribían el nombre de aquel muchacho, yo sólo le entregaba mi hombro.
El tiempo pasa. Se muestra tan natural, como si no le pasara nada. Su alma se desvanecía y pudría todo a su paso. Cada mirada, cada gesto, cada palabra, cada canción que escuchaba... tenía un significado y no entendía. ¿Realmente se quieren? Decía tener dudas pués el nunca le confirmó lo que sentía. De las ilusiones se vive y a la vez tienes que ser realista en estos temas. Puede que te quiera pero está con otra persona. Palabras envenenadas clavadas en lo más profundo y tan sinceras... tuve que decírselo.
"Razón tienes y tonta soy. Hasta las flores más bellas son de las que más daño hacen"
Llegó la hora. Saúl no iba a volver más. El mínimo recuerdo se queda en ella. Me siento tan egoísta. Sólo quiero sentir que sólo me ama a mí, poder besarle, regalarle una caricia, decirle al oido te quiero. No quiere y nadie sabe que sufre. No es la misma de antes. La melancolía ha invadido su ser, nada puede ocupar su lugar. "Ya no está. He perdido mi mundo". Se siente sola rodeada de todos los que están a su lado. Y en el mismo lugar, a la misma hora alza su mirada desea encontrarse con la suya, ya no hay nada...
Todos los días así, viendo como espera volver a verle, con ganas de abrazarle y en unos instantes sentirse suya.
¿Y yo? Soy el más idiota por no hablarlo, callarme como el más cobarde. Teniendo la impotencia de querer ayudarla pero... no... prefiero estar así, a perderla y no volverme más loco por ella.
Paso todos los días por donde está. Me regala una sonrisa, no la noto sincera. Nos miramos y el silencio manda. No sale de nuestras bocas ninguna palabra pero pienso, en qué piensa y piensa, qué estará pensando... Se confunde, ni ella se conoce, Desde lo del muchacho ha cambiado y nadie se ha dado cuenta de su tristeza. Un buen día, como otro cualquiera, estoy decidido a confesarle mi mayor secreto. La busco por todas partes pero... no la encuentro. Mis nervios a flor de piel, la angustia se apoderó de mí, la tranquilidad llena mí ser.
A lo lejos, una voz muy dulce y cristalina gritaba mi nombre. Corriendo voy a su encuentro desesperado, sin aliento. Veo al fondo una figura, vestido blanco tan hermoso, me dió fuerzas y ganas de llegar a su lado. Era la mujer que buscaba. Estaba pálida, con lágrimas en los ojos con un llanto que aún se me clava en mis oidos. "Nada tiene sentido ¿Por qué tengo que sufrir tanto? ¿Qué he hecho para estar así? Gracias por estar tú aquí".
En un abrazo nos fundimos, notaba como su calor prendía mi cuerpo y no tuve el valor para decirle lo que siento.
Otro día que pasa. Ves cómo la gente se divierte, cómo rien, cómo disfrutan de todo lo que tienen. Ves a la persona hundida, destruída sin poder cambiar nada de lo que ha pasado, volver atrás contarle desde el principio que la quieres, sólo poder estar con ella y vivir la vida que nos merecemos. Pero las cosas que pasan, pasan por algo y no se pueden cambiar. Se marchita la flor más bella de este inmenso jardín. Cada paso que da, es una paso menos en su vida, su aliento se va apagando, su mirada ya no deslumbra, se va ahogando en sus propias penas y se hunde en un mar lleno de desesperanzas.Lo que tenía que pasar... pasó. Una compañera me dio una carta, "tranquilo... ya nada puede ser peor, lo siento". No pude reaccionar, con rapidez abrí esa dichosa carta.

"Cada frase que se dice, sea o no sea, tiene un significado y a veces se confunden porque tu las crees debido a la persona que te las trasmite. Son tantas cosas que tengo ahora en mente... y ninguna se va hacer. Se dice mucho, demasiado diría yo, pero en verdad no dices ni haces nada al respecto. Que duro es vivir una vida intentando aparentar otra cosa, callarte lo que sientes y esperar...
No se lo que voy hacer, tengo tantas ganas de coger y besarte, abrazarte, amarte... te veo, no puedo contenerme ese gran deseo de estar contigo. En verdad no me encuentro bien. Estoy fatal de ánimos y todo, un quiero pero no puedo, algo raro que se funde en mí que no me deja respirar. Joder, siento una presión en mi pecho. ¿Qué coño me pasa? ¿Mi vida se apaga al igual que se gasta la tinta de este bolígrafo? Cuánto te necesito, te extraño, te quiero...
Pero es imposible, nada me sale bien, siempre meto la pata y no salgo de una cuando me meto en otra. Yo que sé, no se si es porque mi vida es así, porque no sé comprenderme, no sé lo que quiero... ¿Qué voy hacer de mí? ¿Qué quiero realmente? Se lo pregunto todos los días a no sé quien, nadie me escucha todos a su bola y a mí que me jodan.
Es lo que me toca, aguantar, callar y todo lo demás... no me queda otra alternativa. A quien lea esto, si alguien lo lee algún día, que no se extrañe de lo que cuento, de lo que diga, de lo que pone. Son mis más sinceros sentimientos que estoy harta de guardármelos. Ya no puedo más".

Esas palabras se repetían cada una de ellas en mi cabeza, todas atraviesan mi corazón dejándolo destrozado al igual se rompe una hoja de papel. Ahora todo se acabó. ¿Por qué he sido tan estúpido? Tirado en el suelo, desvanecido, con esta impotencia. Me quedo solo rodeado de todos los que me quieren... Cerrando los ojos, intento verla feliz. Con esa sonrisa que enamora hasta el mismo diablo y con muchas ganas de vivir. Ya no está aquí, dejando una huella imborrable, sigo esperándola por siempre. Ahora ¿Qué me queda? nada, todo lo que quería se me escapó. Han pasado más de quince años desde que se marchó de este mundo. Malditos quince años sólo con su recuerdo en mi memoria y todo por estar callado, por no confesarle de que aún la amo.
Otra vez, estoy aquí. En el mismo lugar, la misma hora, la misma gente... viendo en ellos a la chica que un día conocí y amé en silencio. Imagínate que la persona que quieres ver nada más que te levantes de la cama, esa persona que hace que los días sean eternos cuando no estás con ella, a esa persona que te levanta con un beso y te susurra un te quiero, imagínate que por no decir nada a esa persona se va... para siempre. Aún así todo parece igual y a la vez es tan diferente... ya no está, mi mundo se ha ido.

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