Se despierta, luz del alba
y no se asoma por mi ventana.
Oscuro está todo mi ser
por palabras desgraciadas.
En aquel lugar, reina el silencio
donde un día el amor fue dueño.
Ahora un río grita tu nombre.
Quiere que vuelvas conmigo,
que vuelva a ser como antes.
Sueños que se derrumbaron,
una vela encendida todavía.
La esperanza que no me robaron,
de poder amarte algún día.
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