viernes, 6 de abril de 2012

Nostalgia

Nada más verla, me inunda su mirada transparente y llena de sentimientos. Le acaricio, suave terciopelo, sus manos tan hermosas también rozan mi cuerpo. Su pelo dorado largo, me da calor al igual que los más radiantes rayos del sol. Le rodeo su cintura, haciéndola presa en mis garras. Dejando claro que no quiero que se marche de mi lado. Percibo su aroma clavada en mí, la esencia del azahar, su huella se apodera de toda mi alcoba. Solo sintiéndola a ella. Sus labios, ¡qué puedo decir!, tiernos y carnosos que desde ese primer beso vivo prendido de ellos.
Y tú, Lucifer, te apoderaste de todo eso.

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