Amada mía, si esas olas del mar me llevan a la deriva no me perdonaría nunca el dejarte sola en esta vida. Por eso mismo, contraté a mi alma para siempre vivir al lado tuya. Protegiéndote de todo mal que se asoma. De la soledad más absoluta.
miércoles, 30 de mayo de 2012
Pero lo elegiste tu
¿Por qué haces que en mis sueños siga recordándote?
Soñé de nuevo que me mentías, hiciste tu vida y otra persona esos te quiero le decías. Mi alma de pena se moría, esos celos extraños me envolvía. Mientras tu feliz, clavas la mirada revelando represalias hacia a mi. ¿Qué te hice si esto es lo que escogiste?
Sí, me hice la fuerte para demostrar que no formas parte. Esos cachos partidos los volví a reponer justificando tu partida pero, de nada sirve si en esos pedazos todavía existen sentimientos y al volverlos a encajar florecen de nuevo, o eso creo.
Se que te hecho de menos. No hay ningún día en el que esos momentos vividos contigo, hagan presencia en mis sueños. Y en cuanto despierto, lamento todo lo sucedido.
Pero fuiste tu quien decidiste narrar la historia por separado. Ahora intentas volver a enlazar nuestros relatos. ¿Sabes? en lo único que no has fallado es que en mi cuento, sí narra que una joven ama a un muchacho que le partió el corazón, pero que gracias a eso ella, la chica, volvió a vivir. Y es cuando más feliz se encuentra a pesar que ese amor no lo olvida.
Tengo muy claro que aunque te quiero, lo nuestro nunca funcionó. Y si volviéramos a retomar esa relación, seguro que ese hermoso final prometido jamás existirá.
Tengo muy claro que aunque te quiero, lo nuestro nunca funcionó. Y si volviéramos a retomar esa relación, seguro que ese hermoso final prometido jamás existirá.
lunes, 21 de mayo de 2012
Suspiro
Tenerla tan cerca pero sentirla demasiado lejos. Desear por solo un instante el saborear ese caramelo en sus labios y con mis manos acariciar su piel de terciopelo. Arroparme en sus cabellos, perderme en ellos. Percibir su aroma y de golpe abrir las puertas de lo anhelo. Suspiro por rodearme a su cintura. Suspiro porque al mirarla a los ojos quisiera saber si siente lo mismo. Suspiro por ese beso...
Ojalá querida amiga, algún día reúna ese valor para decirte que te amo. No quiero que todo esto quede en un simple sueño.
sábado, 19 de mayo de 2012
Puedo escribir...
Hoy, después de tanto tiempo sin poder escribiros, es este gran poema de Pablo Neruda que quisiera compartir con todos ustedes. Hay una espina clava en mi alma y poco a poco me la voy arrancando así que por favor, entenderme si no actualizo mi blog. Perdonadme, tengo que marcharme demasiado pronto.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.»
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
domingo, 6 de mayo de 2012
A mi madre
Abrázame fuerte porque necesito sentir que estas a mi lado, aunque sé que siempre estas ahí tanto para lo bueno como para lo malo. Regálame una caricia de tus suaves manos, y también una mirada cómplice entre nosotras, cuando te cuento mis batallas para luego escuchar tus consejos más sabios. Sin tener que llamarte vienes a mi, para que llore en tu hombro y desahogarme sin ni siquiera saber el motivo, todo para que mis lagrimas no se malgasten. Por todo esto y muchísimo más tengo que darte las gracias, decirte que me siento orgullosa de que seas mi madre.
Mamá, eres lo más grande. Podrás o no creerme, lo digo por todo lo que hemos pasado, tu y yo lo sabemos. Pero desde aquí quiero decirte que para mi eres el pilar que sujeta mi vida junto con la de papá, el abuelo y mis hermanos, que os quiero con toda mi alma mamá. Nunca lo dudes ¿Vale? Te quiero mucho.
viernes, 4 de mayo de 2012
Añoranza
Sigue sentada en ese mismo banco donde un día la vio por primera vez. Su mirada perdida en la añoranza y un reloj que ya no marca las horas. Un ir y venir de gente por su vera, una brisa ligera le regala el aroma de su amada.
El paso de los años hacen que los tiempos cambien. Donde antes ni podían pasear junto al mar, solo siendo cómplice de su idilio la luna, ahora presentes al mundo se besaban con tanta pasión que ni la mayor historia de amor podrían envidiarlas.
Una leve lágrima que lleva su tristeza, la deja caer por sus mejillas. Antes era un beso tan puro el que dejaba que rozara su rostro y marcara para siempre su piel. Aún siente como le agarra de la mano tan fuerte y esa mirada que le decía "aquí estoy yo, contigo" envolviéndola de tanta felicidad sin ni siquiera tener que decirle te quiero.
Levanta la mirada al cielo, dejándose llevar por el viento que acaricia su pálido pelo, gritó con toda sus fuerzas: "Espérame amor mio que ya queda poco tiempo para vivir eternamente en nuestro pequeño paraíso".
Ubicación:
Benalmádena, España
miércoles, 2 de mayo de 2012
Ser feliz y su consecuencia
No, no pienso rendirme tan fácilmente. Hay algo dentro de mi que puede con todo esto incluso con más. Así que te advierto; si pretendes hacerme daño, te responderé y no con un golpetazo.
La mayor de las fuerzas es mostrarle al enemigo (por mucho daño que haga) una sonrisa de oreja a oreja, demostrarle que eres feliz y que las personas que realmente te quieren son más importante que tu contrincante. Con solo eso, lo dejas K.O. y no sabrá como devolverte ese gran golpe. ¡Sed felices!
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